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Esa gran ola que azotó a la economía mundial sigue activa y continúa causando daños a muchas empresas que luchan por reponerse o levantarse. En Panamá los efectos no han sido distintos, pero, así como el inicio de la pandemia en 2020 trajo incertidumbre, este 2021 está siendo visualizado como el año de los desafíos para salir adelante ante un panorama complejo.
En este contexto se encuentran los empresarios panameños, tratando de recuperarse y transformando su realidad para no despreciar ninguna oportunidad que les permita continuar el interrumpido camino al éxito.
Y aunque la vacuna ya está entre nosotros, más rápido de lo que se esperaba, muchos gobiernos no han podido ponerla al alcance de todos. Sin embargo, lo que sí han hecho, es sembrar la esperanza de que a través de la inmunización bajarán los contagios y por supuesto, llegará la ansiada normalidad que ven cada vez más cercana. A esto, también tenemos que sumarle la evidencia de que la tecnología y la innovación funcionando a favor de la humanidad con mayor velocidad y eficacia.
Teniendo claro este panorama, pasemos entonces a evaluar cuáles son esas medidas que debemos adoptar en nuestras organizaciones para continuar en el intrincado camino a la recuperación:
1.- Estemos atentos a las políticas fiscales y monetarias, dado que los gobiernos del mundo trabajan en opciones para que el sector bancario ponga al alcance de las empresas, créditos con tasas accesibles como parte de un conjunto de medidas en búsqueda de la recuperación económica. En el mismo orden de ideas, se trabaja en ofrecer incentivos fiscales que flexibilicen el pago de impuestos mientras los distintos sectores de la economía logran reponerse.
2.- La mentalidad de los empresarios y sus estructuras de negocios deben haberse adaptado a los cambios actuales, o en su defecto iniciar de inmediato. Recordemos que en épocas pasadas superar etapas o crisis tardaba alrededor de 5 a 10 años, pero con la modernización de los procesos y de los modelos de negocios, si las organizaciones no se adaptan corren el riesgo de desaparecer.
3.- El teletrabajo ha sido uno de los procesos que más ha creado resistencia entre los empresarios, aún cuando ha sido la manera en la que muchos negocios lograron subsistir. Entender que esta nueva forma de producción desde casa, llegó para quedarse y ver sus resultados, ha empujado a revisar las condiciones del personal mientras se trabaja en sus respectivas regulaciones. De volver a la completa normalidad, muchos casos de empleados deberán ser revisados, mientras de manera paralela se revisa la tendencia mundial para no incurrir en un desfase en esta materia.
4.- El crecimiento de la pobreza a nivel mundial es un factor a tomar en cuenta. Seguro te preguntarás cómo afecta esto a las empresas. Resulta que producto de la pandemia millones de personas quedaron sin empleos, lo que profundizó que bajara la demanda tanto en servicios como en la venta de productos, al no tener recursos económicos para costearlos. Los empresarios desde hace tiempo han venido trabajando en la manera de mantener a sus clientes, y por supuesto recuperar aquellos que han perdido. Los márgenes de ganancia en muchos casos, fueron y seguirán siendo ajustados para ponerse al alcance de más personas.
5.- Como último punto, es esencial estar preparado para cualquier eventualidad. Sentir que el mundo va de salida de esta pandemia no debe significar que no tengamos planes para posibles eventualidades. La economía es cambiante y se mueve de acuerdo con factores sociales, geopolíticos, ecológicos y, desde el año pasado, por motivos de salud con la llegada del Covid-19.
