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A estas alturas deberían ser pocas las empresas que no estén funcionando en el mundo digital, sobre todo porque durante los últimos 5 años ya se venía trabajando fuertemente en este modelo de negocio, pese a que había algunas organizaciones que se resistían. Lo más seguro es que la pandemia haya terminado de encauzarlos por ese camino.
“Montar” a una empresa en las plataformas digitales, más que una cuestión de innovación, es una obligación si se quiere sobrevivir en esta época. Las posibilidades de competir se reducen fuera de este ámbito por más consolidado que esté un negocio, así que quien no quiera seguir viendo cómo sus números descienden, debe rápidamente adaptarse a la dinámica de los mercados mundiales.
Pero ¿cuáles son esos desafíos que se deben encarar?
Primeramente, las empresas deben trabajar en afinar la conectividad a través de una plataforma digital. Cumplir con este paso es fundamental para garantizar el éxito, asegurando la presencia en el extenso mercado. Pero no solo se trata de dejarse ver en el mundo digital, hay que trascender.
La pregunta lógica que sigue es: ¿cómo lo hago? Es esencial adaptar nuestro modelo de negocios para no quedarnos atrás, ya que no es posible continuar con las mismas formas que hasta ahora se han tenido en el modelo tradicional.
Como nunca, se observa una verdadera batalla por ganar la decisión del cliente, es por ello que existe la necesidad de enfocarse en esa persona que ha sido leal a nuestros productos o servicios, para fidelizarlo, ya que cada vez tiene más acceso a la información.
Para esta tarea, la organización debe realizar una revisión interna en la que se trace estrategias que potencien la relación con el cliente, a través de la puesta en práctica de experiencias que le permitan participar para lograr la consolidación del vínculo.
Es importante tomar en cuenta que el personal de cada organización también debe ser entrenado para el cambio. Las necesidades de los nuevos modelos de negocios han variado, así que se debe capacitar a los empleados para cumplir nuevas metas, que deben estar orientadas a las novedades digitales del área en la que se desempeñan.
Por último, las empresas deben hacer un detallado estudio de mercado para conocer cómo se maneja la competencia y qué ofrece, sin perder el foco sobre el cliente. Se deben tener datos sobre su estilo de vida, intereses, capacidad adquisitiva, forma en la que maneja la adquisición de productos y servicios, entre otra información de relevancia.
La economía mundial se encuentra en constante transformación y crecimiento y si las empresas no son capaces de adaptarse, corren el riesgo de ser desplazadas y fracasar. El papel del empresario debe ser rodearse de un equipo que esté enfocado en el éxito.
