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Hábitos financieros para tu negocio

  • 5 mins

Buenos hábitos financieros pueden ayudar a construir riqueza personal, pero también pueden potenciar un negocio. Cuando el crecimiento está enfocado, repensar el cómo se manejan las finanzas del negocio puede significar una gran diferencia para mejorar el flujo del dinero e incrementar las ganancias.


Al momento de replantear los objetivos financieros del negocio lo más efectivo es crear hábitos que se puedan mantener en el tiempo y sean provechosos para la compañía y todos los actores involucrados.

Hábitos financieros que harán crecer tu negocio

  1. El ahorro como prioridad

El ahorro es tan importante para un negocio como cualquier actividad operativa, tener ahorros y flujo de dinero es importante al momento del lanzamiento de un nuevo producto o servicio o tratar de potenciar las ventas durante una temporada específica, los ahorros pueden cubrir los gastos diarios o financiar el presupuesto de marketing mientras las estrategias implementadas dan sus resultados.

Una manera sencilla de desarrollar el hábito del ahorro es automatizar el proceso. Se inicia con una revisión mensual del presupuesto del negocio para estimar cuánto se puede destinar regularmente a ahorros. Al principio quizás solo será un 5%, pero el objetivo es que a medida que aumenten los ingresos de igual manera aumente el porcentaje destinado para el ahorro.

Programar una transferencia recurrente de la cuenta del negocio a una cuenta de ahorros, el mismo día cada mes, de esta manera formarán una parte natural de las operaciones del negocio como pagar un servicio, renta o nómina.

  1. Controlar los gastos

Perder el control de un negocio puede ser muy fácil, sobre todo si el enfoque es crecer. Pero de no saber a dónde van los gastos del negocio puede hacer que ninguno de los esfuerzos valga la pena.

Tener un cuaderno de control de gastos o un contador que maneje los libros, si la empresa es más grande es primordial, pero también se debe conocer la información, quizás con una reunión semanal con el contador o una revisión de los libros que permita conocer la realidad y saber si se deben o no hacer ajustes.

Una buena estrategia es anexar las cuentas personales y tarjetas de crédito al software contable de la empresa para tener un control real además de que es muy fácil olvidar cómo el dinero se va.

  1. Fijar metas financieras para el negocio

Cuando crecer es la meta, puede ser de gran ayuda fijar metas y planes específicos en los diferentes ámbitos de la empresa que son necesarios alinear para conseguirlo. Uno de ellos es el área financiera.

Se debe empezar con el resultado ideal que se quiere conseguir y luego se definen las actividades a realizar para llegar a ello. Por ejemplo, si se quieren aumentar las ganancias en un 15% este año, el plan debe incuir aumentar el presupuesto de marketing para llegar a nuevos clientes.

Es fundamental que las metas financieras tengan un período definido de tiempo y que sean realizables.

  1. Usa tus deudas estratégicamente

Las deudas no son necesariamente algo malo cuando son usadas como una herramienta para manejar el crecimiento del negocio. Por ejemplo, si se es dueño de un restaurant y se quiere abrir un segundo punto de venta móvil como un foodtruck, un préstamo para este nuevo negocio puede ayudarle a iniciar este nuevo negocio y con las ganancias obtenidas pagar las deudas y el préstamo solicitado.

La clave está en tener un plan de deudas antes de adquirir una nueva, el plan debe incluir cómo se usará el dinero obtenido, cómo se pagará el préstamo, cuál es la línea de crédito y qué decisiones tomar al respecto.

Manteniendo al día los estados financieros del negocio mensualmente se puede saber la salud financiera de éste para así tomar decisiones más acertadas. Para ello asesores y empresas de asesoría especializadas como Bakertilly te pueden ayudar.

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