La nómina debería ser un proceso silencioso, confiable, casi invisible. Pero en Panamá, muchas empresas viven lo contrario: incertidumbre, errores, desconfianza.
Un reciente sondeo realizado por Baker Tilly revela una realidad incómoda, pero necesaria de enfrentar. Y es que, en un momento en el que el entorno exige eficiencia y confianza, la nómina aún representa un dolor persistente para la mayoría de las organizaciones.
📉 Lo que dicen los números (y lo que significan en la práctica)
Más allá de las cifras, cada dato encierra una experiencia empresarial concreta:
Casi 7 de cada 10 empresas conviven con procesos de nómina que generan tensión en lugar de confianza.
¿Tercerizar es la solución? No siempre.
Entre quienes han tercerizado sus procesos de nómina, los hallazgos también son reveladores:
En otras palabras: la promesa de “olvidarse de la nómina” rara vez se cumple. Muchas soluciones siguen centradas en la operación, dejando de lado la experiencia del cliente.
¿Qué debería hacer diferente un proveedor de nómina?
La experiencia con NOMI, la solución digital de Baker Tilly, ofrece un contraste contundente. Diseñada a partir de los dolores reales de empresas frustradas con plataformas impersonales, NOMI ha logrado un NPS de +65, con 68% de promotores activos.
Entre los atributos más valorados por los usuarios están:
Además de cumplir, NOMI facilita. Y más importante aún: acompaña. Con funcionalidades como autoservicio para empleados, reportes personalizables y notificaciones automáticas, redefine lo que debería ser el estándar de servicio.
Una reflexión para líderes de RRHH y Finanzas
Usted no gestiona solo procesos. Gestiona relaciones, cultura, estabilidad.
La nómina, bien tratada, puede ser mucho más que una obligación mensual: puede convertirse en una herramienta de retención, marca empleadora y paz mental.
Cumplir con la ley es lo mínimo. Sentir que tiene un socio confiable es lo que transforma.
¿Y ahora qué?